Visitas al Templo de Nirn

lunes, 25 de marzo de 2013

Recomendación


Web De Balnir, hijo.
Mi otro sitio web.  Balnir, hijo de Julianos.

http://balnir.wordpress.com/



Mis aposentos, entrada.


 
Mi hijo, Balnir

Yo JLNS

Yo Julianos en plena acción

Mi taller

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Uno de los comedores

Otro de mis talleres

Antepasados mios

Un tren de excavación

Una habitación sagrada


El Dominio de Aldmer

Es un territorio gobernado por los Thalmor (Altos Elfos en su mayoria) en Tamriel . Al largo de la historia han existido dos Dominios de Aldmer que han existido en épocas diferentes.

Primer Dominio de Aldmer

Fué una alianza entre los Altmer o Altos elfos de las Islas Summerset, los Bosmer o Elfos del Bosque de Valenwood y los Khajiit de Elsweyr. Esta región existió entre la muerte de los Akaviri hasta finales de la Tercera Era. El Dominio de Aldmer es mencionado en el libro: Pequeña guia del Imperio, Primera edición. En este libro indica que en el 2E 264 ya existia. Este reino intentó invadir Skyrim, peró fue derrotado por Ysgramor y sus quinientos soldados de Atmora.


Estandarte de los Thalmor

Segundo Dominio de Aldmer

Durante la Crisis de Oblivion se abrieron numerosos portales por toda Tamriel. Los portales abiertos en las islas Summerset eran cerrados por los Altos elfos y no por la Legion Imperial. El exito de los Altmer se debe a su mayor conocimiento de la magia y de Oblivion. Pero viendo que las hordas de Daedras no cesaban, el gobierno de la Torre de Cristal de Alinor dio poder a los Thalmor (un grupo radical de Altos elfos que queria separarse del Imperio de Tamriel). Gracias a los Thalmor se pudieron cerrar muchas puertas de Oblivion y mantuvo a raya a los Daedra hasta que el Campeon de Cyrodiil y Martin Septim derrotaron a Mehures Dagon, y por lo tanto,cerraron todas las puertas a Oblivion en Tamriel.
En 4E 22 los Thalmor expulsaron a la administracion imperial de Alinor y se independizarion unilateralmente. Alinor se convirtió en la capital del renacido Segundo Dominio de Aldmer. El Imperio reaccionó enviado a la Legion Imperial a las islas para volver a unificar el territorio. En alquel entonces el Consejo de ancianos aun no había elegido el sucesor de Martin Septim y el Canciller Ocato y su pésima y débil administracion del Imperio ocasionó la derrota de la Legión Imperial enviada a las tierras de los Altos elfos.

Posteriormente el Imperio sucumbio en una guerra civil por el poder. Mientras en las Islas Summerset los Thalmor perseguian y mataban todo aquel que no era de las razas Mer. Mientras tanto, en el Imperio un señor de la guerra coloviano llamado Tito Mede conquistó Cyrodiil y se coronó como Tito Mede I, Emperador de Tamriel. Posteriormente el Imperio conquistó la Roca Alta, Morrowind, Páramo del Martillo y Elsweyr.

En 4E 29, Valenwood se separó del Imperio y se unió al Dominio de Aldmer. Pero en esta unión, los Bosmer leales al Imperio y la legión plantaron batalla a los golpistas y sus aliados Thalmor. Posteriormente las tropas imperiales y sus aliados Bosmer se tuvieron que retirar dejando Valenwood al dominio.

Despues de que el Imperio se retirara de Valenwood, los Thalmor se dedicaron a sufocar las pequeñas revueltas que tenian en sus territorios para consolidar su poder.

En 4E 98 los Thalmor usaron mágia para ocultar las dos lunas de Nirn, llevando la provincia de Elsweyr al caos. Seguidamente los Altmer las hicieron aparecer y asi se ganaron el favor de los habitantes de Elsweyr. Gracias a eso la provincia de Elsweyr se separó del Imperio y se independizó en un protectorado del Dominio de Aldmer.

El Segundo Dominio de Altmer solo le faltaba desafiar a todo el Imperio Mede, ya que aun era la gran potencia de Tamriel.

El Imperio envió a los Cuchillas (guardia de elite del emperador) como espias en Valenwood, pero los Thalmor los capturaron y los ejecutaron a todos. Despues de esto, el embajador del Dominio de Aldmer fue enviado a Ciudad Imperial con un ultimatum y un regal en un carro para el emperador. El ultimatum consistia en prohibir el culto a Talos, desmantelar a los Cuchillas, ceder gran parte de Paramo del Martillo y pagar tributos inmensos al Dominio. El emperador se nego y entonces el embajador volcó el carro donde llevaba en el las cabezas de los Cuchillas ejecutados.
Comenzo la guerra.

Primero las inmensas fuerzas militares de los Altmer comandadas por Lord Naarfin atacaron Leyawiin que fue conquistada muy rapidamente debido al efecto sorpresa. Rápidamente, Lord Naarfin se dirigió al norte y atacó la ciudad de Bravil que tambien fue capturada rápidamente.

Mientras tanto, otro contingente de Altmer comandados por Lady Arannelya invadió Páramo del Martillo evitando las ciudades imperiales de Anvil i Kvatch. Las tropas del Dominio superaron facilmente las débiles tropas de Guardias rojos y las tropas imperiales.

Posteriormente, el Dominio de Aldmer se centro en la capital del imperio, ya que las fuerzas imperiales cada vez eran más debiles. El emperador Tito Mede II ordenó a todas las tropas en reorganizarse al norte y para ello tubo que sacrificar la 8ª Legion para que las demas tubieran tiempo de volver. Por ese motivo Ciudad Imperial quedo sin defensa y su poblacion fue objetivo de muchas atrocidades por parte de los Aldmer.

Con mucha euforia, los Thalmor enviaron las condiciones de rendicion que el Imperio tenia que aceptar. Entonces el Imperio usó tacticas que habia usado el Dominio. El General Jonna consiguio rodear la Ciudad Imperial e impedir que los Altmer se retiraran. Esa batalla se denomino como la Batalla de Anillo Rojo.

Concordato Blanco y Dorado

Finalmente en 4E 175, el Imperio llega a un acuerdo de paz con el Dominio de Aldmer con las siguientes condiciones:
starpl Prohibición del culto a Talos y permitiendo a los Thalmor perseguir y capturar a sus creientes por todo el Imperio.
starpl Eliminación de la Orden de los Cuchillas.
starpl Ceder parte de Páramo del Martillo.

La guerra en Páramo del Martillo continuó debido a que los Guardias rojos no aceptaron las condiciones de ceder parte de su territorio. 5 años más tarde del Concordato Blanco y Dorado (4E 180) se firmo un tratado de paz expulsando a los Aldmer de sus tierras.
El gobierno del Dominio se basa en un sistema de gobierno por turnos. Poco se sabe de este estado.
Como la mayoria de Tamriel creen en los Aedra Divinos pero no en Talos ya que como en vida fue humano no pueden considerarlo como divino. Por lo tanto para ellos solo hay 8 divinos aunque para el resto haya 9. Despues del Concordato Blanco y Dorado obligaron al Imperio y a sus habitantes a negar la divinidad de Talos.
Los Aldmer son de las razas mas antiguas de Tamriel y una de las descendientes de la raza Mer. Estan muy orgullosos de descender de los antiguos Aldmeri y hacen un esfuerzo para conservar su linaje. Tienen su orgullo muy alto, ya que aseguran que son la raza mas antigua y civilizada de toda Tamriel . Estos elfos son nativos de las Islas Summerset. Anteriormente los Aldmer eran nativos del continente Aldmeris pero tubieron que huir por culpa de una catástrofe.

Sacado de The Elder Scrolls Comunidad Española (TESCE).

lunes, 11 de marzo de 2013

Diario de Faire


 Faire Agarwen

Autor: 
 Faire Agarwen; Calcelmo de Markarth, trad.

Bibliotecario Comentario: 
Se encuentra en primer DLC de Skyrim, Dawnguard.

Diario de Faire Agarwen

Traducido del texto Falmer 

por 

Calcelmo de Markarth



Forward 

Las fechas señaladas en este diario se traducen literalmente. Esta verborrea no coincide con ninguna medida conocida moderna del tiempo, y se supone que es una forma de costumbre contando los días y meses. Las excavaciones de los antiguos cuarteles de esclavos Falmer han aparecido vasos de bronce, muy similar a un recipiente hondo, con veinte marcas toscamente grabadas en el interior. Falmer estudiosos teorizan que este plato se coloca bajo un goteo de agua que sale de una roca y como el recipiente lleno, el nivel del agua podría llegar a esas marcas, lo que indica un paso crudo del tiempo.Debido a este diario, el buque ha sido llamado un "kulniir", un dispositivo de cronometraje Falmer primitivo.
Tercer Marcado, Décima Kulniir 

Se siente como años desde que nos vimos obligados a la clandestinidad. No me atrevo a escribir donde nos quedamos por temor a poner en peligro la buena gente de esta casa debe este diario por descubrir. Se nos ha mostrado una bondad de esta familia una vez que sabe que el príncipe Snow. Incluso en la muerte de su gran influencia ha garantizado nuestra seguridad.Nos separa de muchos de nuestros parientes a lo largo de la carretera cuando se hizo cada vez más difícil viajar discretamente en nuestros números. Nos vimos obligados a ir por caminos separados y viajar sólo por la noche. No he oído ninguna noticia de que los otros pueden haber desaparecido y temo que nunca lo haré. Nuestras vidas han cambiado para siempre.
Séptimo Marcado, Kulniir Décima 

En la noche me resulta difícil no concentrarse en los tiempos pasados. Hay momentos en mi descanso cuando todavía oigo la risa de los jovenes en juego en el valle. Otras veces veo el pálido destello de momentos felices que alguna vez fueron tan comunes en la tierra de los Elfos de nieve. Trato de no pensar en los recuerdos demasiado tiempo. Muchas veces nuestro entorno hacen que sea imposible detenerse en cualquier felicidad. Hemos estado encerrados juntos en tan cerca durante tanto tiempo nos cansamos de la compañía del otro. Incluso el más fuerte de nosotros hemos fallado sin nada que hacer más que pensar en lo que se pierde. Me levanto todos los días a las caras tristes y me recuerda de dónde estamos y todo lo que hemos dejado atrás. Todos estamos anhelando el día en que podamos salir de su escondite y camina libremente a la luz una vez más. Pero me temo que estamos perdiendo toda esperanza de que un día nunca llegará.
Décimo Marcado, Décima Kulniir 

Me canso de las lágrimas de las mujeres y los niños. Mi propia se han secado. Los hombres han comenzado a mirar a nosotros como si todos somos débiles pero hemos sobrevivido a las mismas pruebas que ellos. Yo no me atrevo a pensar en los números que perdimos en la batalla. Sin embargo, no puede obligar a las imágenes de mis propias pérdidas de mi mente.Y ahora, en un momento en que nuestro pueblo debe ser causa común se siente que estamos distanciando. Los Nórdicos realmente han ganado. Nuestro orgullo una vez grande y la unidad se hizo añicos. Si perdemos la esperanza ahora que nunca va a sobrevivir. Hoy en día muchos, incluido yo, hemos tratado de hablar en voz de la razón. No hay esperanza sin hablar de nuestro futuro. Podemos hacer ninguna diferencia si nuestros espíritus permanecen rotas.
Decimoctava Marcado, Kulniir Décimo 
Sabemos que no puede volver a ser los Elfos de nieve y vivir libremente en este mundo. Nosotros siempre estará escondido en una forma u otra. Pero no hay ninguna razón por la que no se puede vivir la vida con el sol y el viento en contra de nuestra piel. Hay algunos aquí que son amigos de nosotros y va a ayudarnos una vez que la amenaza ha terminado. Ahora sabemos que para sobrevivir es necesario nacer de nuevo. En el exterior, nos aparecerá como si pertenecemos aquí. En el interior, vamos a llevar nuestra verdad y nuestras cicatrices.

lunes, 4 de marzo de 2013

The Alliances Cinematic Trailer

http://www.youtube.com/watch?v=0jNT5cMwxw0&feature=player_profilepage

The Elder Scrolls Online      -     de   Bethesda Softworks

Informe Comisión Imperial desastre de Ionith



 El Desastre de Ionith





 P letter.pngrimera parte: preparaciones
L letter.pngos planes del emperador para la invasión de Akavir datan de la década de los 70 del segundo siglo, cuando inició la toma de los pequeños reinos insulares que se ubican entre Tamriel y Akavir. Tras la caída del Puerto Negro en Esroniet en el año 282, Uriel V ya estaba planeando cómo hacerse con el premio que ansiaba. Ordenó la reforma a fondo del puerto, que serviría para organizar a las tropas invasoras y como vía para el avituallamiento a lo largo de la campaña. En aquella época inició la construcción de los numerosos e inmensos transportes oceánicos que serían necesarios para efectuar el cruce final hasta Akavir, una de las deficiencias de la armada hasta el momento. Queda claro que el emperador comenzó a preparar la invasión con anticipación, incluso antes de terminar la conquista de Esroniet, y que no se debió a un repentino capricho, tal y como algunos piensan.Cuando el príncipe Bashomon sometió Esroniet a la autoridad imperial en el año 284, el emperador pudo dedicar toda su atención a planear la campaña de Akavir. Se enviaron expediciones navales en los años 285 y 286 para sondear las rutas marítimas y costas de Akavir, y se contrató a varios espías a sueldo del Imperio para que obtuviesen información, ya fuera mediante artes convencionales o mágicas. A la luz de dicha información, el reino de los tsaesci, al suroeste de Akavir fue el primero de los objetivos elegidos para la invasión.
Mientras tanto, el emperador iba reuniendo su contingente expedicionario. Se creó una nueva Flota del Lejano Oriente para la campaña, que por un tiempo dejó en evidencia al resto de la armada; se dice que es la flota más poderosa jamás reunida en la historia de Tamriel. Las legiones V, VII, X y XIV fueron las elegidas para efectuar el desembarco inicial; a estas les seguirían los refuerzos de la IX y la XVII una vez se asegurase la cabeza de playa. Si bien el más común de los mortales pudiera pensar que se trataba de una parte relativamente pequeña de los efectivos totales del ejército, hemos de recordar que este cuerpo expedicionario se encontraría al final de una larga y débil cadena de abastecimiento; además, el emperador y el mando de la armada opinaban que la invasión no encontraría mucha oposición, al menos en un principio. Quizá lo más importante es que la armada tan solo contaba con capacidad de transporte pesado suficiente para cuatro legiones a la vez. Llegado este momento, hemos de reseñar que la Comisión no halló error alguno en los preparativos a la invasión del emperador. A raíz de la información disponible antes de la invasión, (que, aunque a la postre resultase deficiente, costó mucho obtener), la Comisión cree que el emperador no actuó llevado por la precipitación o la imprudencia. Algunos dicen que el cuerpo expedicionario era demasiado reducido. Por el contrario, la Comisión estima que, aunque se hubiera dispuesto de embarcaciones para trasladar y abastecer a más legiones (circunstancia harto imposible sin perjudicar el comercio en todo el Imperio), ello habría acrecentado la magnitud de la tragedia y no la habría evitado. Y es que tampoco era cuestión de privar al resto del Imperio de sus legiones; el recuerdo del Usurpador Camorano aún era reciente, y el emperador creía (y así lo entiende la Comisión) que la seguridad del Imperio se resentiría al enviar más tropas fuera de Tamriel. En cualquier caso, la Comisión sostiene que el cuerpo expedicionario era demasiado grande. A pesar de la creación de dos nuevas legiones durante su reinado (y la refundación de la V), la pérdida del cuerpo expedicionario dejó al Imperio en una posición peligrosamente débil en relación con sus provincias, tal y como demuestra la situación actual. Ello sugiere que la invasión de Akavir estaba por encima de la capacidad del Imperio en aquel momento; aunque el emperador pudiera haber mantenido y desplegado un ejército mayor en Akavir, el Imperio se habría hecho añicos a sus espaldas.





E letter.pngl cuerpo expedicionario abandonó el Puerto Negro el 23 de Mano de lluvia del año 288 y, bendecido por los elementos, ancló en Akavir después de seis semanas de travesía. El atracadero fue un pequeño puerto de tsaesci en la desembocadura de un gran río, escogido por su cercanía a Tamriel así como por su ubicación en un fértil valle fluvial desde el que se llegaba al interior fácilmente y se podía avituallar a las tropas sin mayor esfuerzo. En un principio, la suerte pareció sonreírles. Los tsaesci habían abandonado la ciudad al aproximarse el cuerpo expedicionario, por lo que la tomaron y le pusieron el nombre de Septimia, la primera colonia de la nueva provincial imperial de Akavir. Mientras los ingenieros fortificaban la villa y ampliaban las instalaciones del puerto para dar servicio a la Flota del Lejano Oriente, el emperador marchaba al interior acompañado de dos legiones. Cuentan que el territorio circundante era fértil, de campos bien irrigados, y que el ejército se hizo con la siguiente ciudad corriente arriba al no hallar oposición alguna. Esta ciudad fue refundada con el nombre de Ionith, y el emperador decidió establecer allí su campamento. Era más grande que Septimia, y desde su ubicación se dominaban mejor los campos circundantes.El cuerpo expedicionario aún no se había topado con una resistencia digna de tal nombre, aunque tras las legiones venían patrullas enemigas a caballo que les impedían disgregarse, a menos que fueran en grandes avanzadillas de reconocimiento. Algo que echaba en falta el emperador era la caballería, ausente por falta de espacio en el transporte naval, aunque por el momento los magos guerreros compensasen tal merma con sus artes mágicas de reconocimiento.
El emperador decidió mandar emisarios para que contactasen con quien fuera que gobernase a los tsaesci, rey o no, pero sus mensajeros jamás volvieron. Al echar la vista atrás, la Comisión entiende que se perdió un tiempo precioso en dicha empresa mientras el ejército seguía apostado en Ionith, tiempo que podría haberse empleado en avanzar rápidamente mientras el enemigo seguía, al parecer, estupefacto ante la invasión. Mas el emperador creía en aquel entonces que los tsaesci se rendirían ante el poderío del Imperio y que bastaría negociar para adueñarse de una provincia más sin enfrascarse en batalla.
Entretanto, las cuatro legiones estaban ocupadas construyendo la vía entre Septimia e Ionith, creando puestos de vigilancia fortificados a lo largo del río y reforzando las defensas de las ciudades, lo que les resultaría muy útil llegado el momento. Al carecer de caballería, las avanzadillas de reconocimiento resultaban bastante limitadas, y la comunicación entre las dos ciudades estaba bajo la continua amenaza de unos asaltantes que las legiones aún no sabían doblegar.
El plan original era traer a las dos legiones de refuerzo una vez hubiese un puerto lo bastante seguro para atracar, pero se tomó la fatídica decisión de posponer su llegada y usar la flota para trasladar colonos en su lugar. El emperador y el consejo estaban de acuerdo en que, debido al completo abandono del área ocupada por sus habitantes, era necesario traer colonos que arasen la tierra para que el cuerpo expedicionario no hubiera de depender plenamente de los suministros por vía marítima. Además, se habían desatado disturbios en Yneslea, a través de la ruta de suministro a Akavir, y el consejo sostenía que las legiones IX y XVII harían mejor pacificando esos territorios y asegurando el avituallamiento del cuerpo expedicionario.
Los colonos civiles y sus suministros comenzaron a arribar a Septimia allá por mediados de Fuego hogar, y se encargaron de aprestar los campos (tarea ya iniciada por los legionarios) para la cosecha de la primavera. Consigo trajeron un destacamento de caballería, por lo que casi cesaron los asaltos en las dos colonias imperiales. Los emisarios de los tsaesci llegaron finalmente a Ionith, al parecer con intención de negociar la paz, y el cuerpo expedicionario se preparaba para el invierno, que se prometía sin sobresaltos. En aquella época, el consejo urgió al emperador para que retornase a Tamriel con la flota para tratar los innumerables aprietos del Imperio mientras el ejército quedaba en sus cuarteles de invierno. Mas el emperador entendió que sería mejor permanecer en Akavir. En buena hora decidió quedarse, pues gran parte de la flota, incluido el buque insignia del emperador, fue hundida por una tormenta a comienzos del invierno en su viaje de vuelta. La estación invernal de tormentas del 288 al 289, extraordinariamente virulenta, se prolongó más allá de lo que era costumbre. De ahí que la flota no regresara a Akavir con más suministros, tal y como se planeó en su momento. Estas nuevas llegaron al emperador gracias a un mago guerrero, y se decidió que el cuerpo expedicionario llegase a la primavera con los víveres de que disponía.


E letter.pngl invierno en Akavir fue más crudo de lo que se esperaba. Debido a los problemas en el avituallamiento y a la presencia de miles de civiles, el cuerpo expedicionario andaba escaso de raciones. Para empeorar las cosas, los jinetes tsaesci regresaron a hostigar con gran vigor a las avanzadillas que se aventuraban allende los muros de ambas ciudades. Durante las ventiscas cayeron varios fuertes de observación en la ruta que va de Septimia a Ionith, y los demás tuvieron que ser abandonados al resultar insostenible su defensa. Como resultado, la comunicación entre ambas ciudades se ejercía mediante la magia, lo que suponía una carga continua para los magos guerreros de las legiones.
El día 5 del mes de Amanecer, una gran comitiva de tsaesci se personó en Ionith, afirmando traer una propuesta de paz de su rey. Aquella noche, estos traicioneros emisarios asesinaron a los guardias de una de las puertas de la ciudad para que entrase un copioso contingente apostado fuera de los muros. Su claro designio era acabar con la vida del emperador, y fracasaron únicamente gracias a la vigilancia y al valor de los soldados de la X que velaban por su palacio. Una vez dada la voz de alarma, los tsaesci hallados en el interior de la ciudad fueron asesinados hasta que no quedó ni uno vivo. Huelga decir que aquí terminaron las negociaciones entre el emperador y los tsaesci.
Mas la primavera no trajo sino mayores dificultades. En lugar de las esperadas lluvias, de levante vino un viento seco y cálido, de intensidad variable a lo largo de todo el estío. Las cosechas se echaron a perder, e incluso el cauce del río (que el año anterior había sido navegable en pequeñas embarcaciones hasta bien pasado Ionith, río arriba) estaba completamente seco al llegar Culminación solar. No sabemos si ello se debe a un comportamiento de los elementos que desconocíamos, único en Akavir, o a que los tsaesci manipularon el clima mediante artes mágicas. La Comisión opta por la primera conclusión, pues carecemos de pruebas de que los tsaesci posean un poder arcano tan aterrador, pero no se puede excluir del todo la segunda posibilidad.
Debido a que las inclemencias se prolongaron, la flota de suministro tardó en zarpar del Puerto Negro. Al final levó anclas a comienzos de Segunda semilla, pero fue severamente dañada por las tormentas y tuvo que regresar renqueante a Septimia a las ocho semanas. Debido a la gravedad de la situación de los suministros en Akavir, el emperador hizo enviar a casi todos los magos guerreros con la flota para que atemperasen unas tormentas que parecían querer alargarse hasta finales del verano. El consejo urgió entonces al emperador a que se retirase y retornase a Tamriel con el cuerpo expedicionario, pero volvió a negarse, argumentando que la flota estaba tan menguada que no podría trasladar a las cuatro legiones a la vez. La comisión está de acuerdo en que dejar atrás a una o más legiones en Akavir para que aguardasen el regreso de la flota habría perjudicado la moral del ejército. Pero la Comisión también entiende que mejor habría sido perder una legión que no todo el cuerpo expedicionario. La Comisión opina, unánimemente, que esta fue la última oportunidad de evitar un desastre completo. Una vez adoptada la decisión de enviar a la flota a por refuerzos y víveres, los acontecimientos se sucedieron hasta su inevitable desenlace.
Desde ese momento, se sabe mucho menos de lo que sucedió en Akavir. Con la mayoría de los magos guerreros ayudando a la flota, la comunicación entre el cuerpo expedicionario y Tamriel era limitada, sobre todo por el empeoramiento de la situación en Akavir y por encontrarse el resto de magos guerreros al límite ayudando a las legiones. No obstante, parece que los tsaesci podrían haber estado interfiriendo activamente con los magos de modo desconocido. Algunos de ellos vieron debilitarse sus poderes de una forma extraña, y los magos de la Academia Militar de Cyrodiil (que gestionaban la comunicación con el Consejo) dieron cuenta de anomalías en la conexión con Akavir, incluso entre maestros y discípulos de años. La Comisión urge a la Academia Militar que estudie los misteriosos poderes de los tsaesci, por si el Imperio volviera a enfrentarse a Akavir.
Lo que sí sabemos es que el emperador se retiró de Ionith a mediados de Culminación solar, dejando únicamente pequeñas guarniciones que velasen por las ciudades. Sabía que los tsaesci estaban reuniendo sus fuerzas al otro lado de una cordillera del norte, y se dispuso a acabar con ese ejército antes de que se reuniesen todas sus fuerzas y a hacerse con sus suministros (que tanto necesitaba). Este rápido avance parece que pilló a los tsaesci por sorpresa, y el cuerpo expedicionario cruzó las montañas y cayó sobre su campamento, poniendo en fuga a los tsaesci y capturando a su líder (cierto noble). Mas el emperador pronto se vio obligado a batirse en retirada, y las legiones sufrieron cuantiosas bajas de regreso a Ionith. El emperador se veía ahora sitiado en este lugar, aislado de la pequeña guarnición de Septimia, también bajo asedio. Para aquellas fechas, parece que los pocos magos guerreros que quedaban dedicaban todas sus energías a crear agua para mantener con vida a los soldados, destreza a la que se dedica poca atención en la Academia Militar. La flota llegó sana y salva al Puerto Negro gracias al contingente de magos guerreros, pero todo intento de retornar a Akavir se vio frustrado por las violentas tormentas que fustigaron Esroniet hasta finales del año 289.
La última vez que el Consejo estableció contacto con el emperador fue a comienzos de la Helada. Al llegar el mes Estrella vespertina, su preocupación era extrema ante los hechos acontecidos en Akavir, de ahí que ordenase zarpar a la flota independientemente del riesgo. A pesar de haberse prolongado las tormentas, la flota se las ingenió para llegar a Akavir. La esperanza renació al contactar con el mago guerrero del emperador, que informó de que Ionith aún resistía. Se trazaron planes para que el cuerpo expedicionario saliera de Ionith y regresara a Septimia, en donde habrían de encontrarse con la flota. Fue el último contacto directo que se produjo. La flota fondeó en Septimia y lo que halló fue un iracundo ataque del ingente ejército tsaesci. Los magos guerreros lograron contener al enemigo lo suficiente como para evacuar a los supervivientes por mar.
Los pocos supervivientes del cuerpo expedicionario que llegaron a Septimia relataron cómo el emperador había sacado las tropas de Ionith por la noche dos días antes, rompiendo con éxito las líneas enemigas, pero topándose con el cerco de unas fuerzas aplastantes de camino a Septimia. Narraron la heroica resistencia "in extremis" del emperador y la Legión X, lo que permitió a lo que quedaba de la XIV llegar a Septimia. Dos supervivientes de la X llegaron a Septimia aquella noche tras colarse por las líneas enemigas entre el caos de los festejos de la victoria. Estos soldados dijeron haber visto morir al emperador, asaeteado por el enemigo mientras reagrupaba la muralla de escudos de la X.




C letter.pnguarta parte: conclusión

L letter.pnga Comisión estima que la invasión de Akavir estaba condenada desde el principio por razones diversas que, desgraciadamente, nadie podría haber previsto.A pesar de la copiosa información con que contaban, queda manifiesta la falta de preparación del cuerpo expedicionario ante la situación en Akavir. Lo tornadizo del clima, que diezmó a ejército y armada, resultó especialmente calamitoso. Si no se hubiera perdido la mayoría de la Flota del Lejano Oriente durante la campaña, el cuerpo expedicionario podría haberse retirado en el año 289. Los elementos también forzaron al emperador a asignar la mayoría del cuerpo de magos guerreros a la flota, dejándolos sin su valiosa asistencia durante el combate que siguió. Y huelga decir que la inesperada sequía que afectó Ionith durante el 289 acabó con las esperanzas de abastecer localmente al ejército y dejó al cuerpo expedicionario en situación harto precaria durante el asedio de Ionith.
Además, los tsaesci eran mucho más poderosos de lo que los espías sugerían. La información referente al tamaño del ejército tsaesci que presentaron al cuerpo expedicionario era vaga, pues los únicos combates reales se dieron después de que se interrumpiera la comunicación regular entre el emperador y el Consejo. No obstante, parece que los tsaesci superaban con creces a las huestes del emperador, pues se las ingeniaron para desbandar cuatro legiones y asediarlas durante varios meses.
Como decíamos, la Comisión se abstiene de criticar la decisión inicial de invadir Akavir. A la luz de lo que entonces se conocía, el plan parecía sólido. Sin embargo, al estudiar más de cerca los hechos, salta a la vista que la invasión apenas tenía visos de viabilidad. Empero, la Comisión sostiene que podemos sacar valiosas conclusiones de este desastre.
Para empezar, puede que los tsaesci contasen con fenomenales poderes mágicos. Domeñar los elementos en un país tan grande parece inverosímil (y hemos de hacer constar que hubo tres integrantes de la Comisión que objetaron vehementemente a que se incluyera este párrafo en el presente informe), pero la Comisión cree que este asunto merece investigación urgente. El peligro potencial es tal que hemos de sopesar incluso la más nimia de las posibilidades.
En segundo lugar, parece que los tsaesci carecen de armada. El cuerpo expedicionario jamás tuvo rival en las aguas, y los únicos contendientes de la Flota del Lejano Oriente fueron los elementos. De hecho, en un principio se pensó dejar parte de la flota en Akavir para operaciones en el litoral, pero en la práctica había pocos lugares en los que las grandes embarcaciones de la flota pudieran acercarse a la costa, debido al acopio de arrecifes, bancos de arena, islas, etc. que infestaban las aguas ribereñas al norte y al sur de Septimia. Debido a la ausencia de árboles en el llano que circunda Septimia e Ionith, el cuerpo expedicionario fue incapaz de construir embarcaciones más pequeñas que pudieran surcar las poco profundas aguas costeras. En lo sucesivo, cualquier expedición militar contra Akavir habrá de contemplar las acciones en la costa para aprovechar esta clara ventaja sobre los tsaesci, una ventaja que el cuerpo expedicionario por desgracia no aprovechó.
En tercer lugar, antes de siquiera planear otra invasión a Akavir, habrá de estudiarse largo y tendido. La información obtenida a lo largo de los cuatro años previos a la invasión era cuantiosa, pero inadecuada. Los elementos fueron inesperados del todo; los tsaesci, más fuertes de lo previsto; y los conatos de negociación entre emperador y los tsaesci, desastrosos. En el caso de Akavir, tierra extraña más allá de las expectativas, la comisión entiende que antes de contemplar cualquier intento futuro de invasión, es necesario conocer las condiciones, política y habitantes de dicho continente mejor de lo que las conocemos hoy.
Para acabar, la Comisión ha llegado a la conclusión por unanimidad de que intentar invadir Akavir es una locura, al menos en el estado actual del Imperio, pues necesitamos aquí las legiones. Algún día, un Imperio en paz y unido volverá a Akavir a ajustar cuentas por el desastre de Ionith y por la pérdida de nuestro emperador. Pero eso no será ni ahora ni en el futuro más cercano.

http://es.elderscrolls.wikia.com/wiki/Informe_de_la_Comisi%C3%B3n_Imperial_sobre_el_desastre_de_Ionith